FORMACIÓN ESPÍRITA

DIRECTRICES PARA LA FORMACIÓN DE UN GRUPO.

DIRECTRICES PARA LA FORMACIÓN DE PEQUEÑOS GRUPOS DE ESTUDIO DEL ESPIRITISMO.

Consejo Espírita Internacional (CEI - 2000)

LA INTRODUCCIÓN


El Espiritismo, o Doctrina Espírita, es el Consolador prometido que ha llegado a su debido tiempo para recordar y complementar lo que Jesús enseñó, a la vez que revela conceptos nuevos y más profundos con respecto a Dios, el Universo, los hombres, los Espíritus y las leyes que rigen la vida.
Por sustentarse en la fe razonada, el Espiritismo conduce al hombre a entender quién es, de dónde viene, hacia dónde se dirige y cuál es el objetivo de la existencia terrenal, además de esclarecerlo, instruirlo y consolarlo, para aportar a la humanidad, de este modo, las bases reales para su espiritualización.

Para conocer la Doctrina Espírita es preciso estudiarla. La existencia de los pequeños grupos de personas, con propósitos de estudio, se justifica especialmente en los lugares y países donde la Doctrina Espírita no ha alcanzado todavía la necesaria aceptación, o donde existen pocas posibilidades de divulgarla.
Este método de estudio también abre las puertas para la preparación moral de individuos o grupos de personas que puedan convertirse en futuros trabajadores avocados a la expansión del Movimiento Espírita Internacional. En este momento no existe un número suficiente de personas preparadas que reúnan los requisitos necesarios como trabajadores -lo que permitiría establecer más Centros, Grupos o Sociedades Espíritas-, lo que constituye, pues, un obstáculo para diseminar de la Doctrina Espírita.
Por ello, es doblemente importante la organización de grupos de personas para el estudio de la Doctrina. Los participantes de dichos grupos deberían, por lo tanto, reunirse con regularidad, preferentemente una vez por semana, con el objetivo de analizar las Enseñanzas Espíritas, en un clima de fraternidad y oración.
Esto nos hace recordar que, de acuerdo con Allan Kardec, un Centro Espírita jamás debería constituirse sin que previamente se haya formado un grupo de personas serio, con el mismo ideal, y sólo después que hayan estudiado juntas durante un lapso considerable.
Sin lugar a dudas, la Doctrina Espírita es un elemento importante que aporta esclarecimiento y consuelo a todos los hombres, en relación con los problemas y las dificultades que normalmente deben afrontar. De modo que es conveniente que se haga el máximo esfuerzo, y se ofrezca el mayor apoyo para la formación, implantación y mantenimiento de pequeños grupos de personas dispuestas a estudiar las Enseñanzas Espíritas.
1 - ¿QUÉ ES UN PEQUEÑO GRUPO PARA EL ESTUDIO DEL ESPIRITISMO?
Es un grupo de personas, en general constituido por amigos, conocidos y parientes, que se reúnen al menos una vez por semana, a una hora determinada, en un mismo ambiente de la casa, con el propósito de estudiar la Doctrina Espírita y orar.
2 - ¿CÓMO COMENZAR?
Para comenzar un grupo de estudio del Espiritismo es necesario que haya, al menos, dos personas interesadas para leer e interpretar las diversas cuestiones presentadas. No obstante, puede haber tantas personas como pueda contener el espacio físico elegido.
3 - ¿QUIÉN DEBE SER INVITADO?
Se recomienda a quien desea iniciar una reunión de estudio, que invite a participar de ella solamente a las personas que se muestren receptivas para aceptar los principios del Espiritismo.
No es recomendable insistir con las personas que todavía no se muestran interesadas, so pena de perjudicar el trabajo, que debe estar cimentado en el estudio de la Doctrina y en la armonía entre los miembros del grupo.
Es preciso que el grupo esté constituido por personas afines y motivadas por el mismo ideal.
4 - ¿QUIÉN DEBE DIRIGIR?
La persona que organizó el grupo posee, casi siempre, condiciones para dirigirlo. Ésta debe, sin embargo, haber adquirido cierto conocimiento de las Enseñanzas, aunque sea rudimentario, para atender mejor la necesidad de la reunión.
5 - EL DÍA, LA HORA Y EL LUGAR
Es importante que los participantes, en conjunto, elijan el día y la hora más adecuados para todos, o por lo menos para la mayoría, porque ese día y esa hora deben ser respetados rigurosamente.
En cuanto al lugar debe ser compatible con el número de participantes, pues conviene que haya espacio suficiente para que las personas se sienten cómodamente, lo que propiciará una mayor efectividad del estudio.
6 - LIBROS QUE PUEDEN SER USADOS PARA EL ESTUDIO
En la fase inicial, es esencial que el estudio esté basado en EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS, de Allan Kardec, que establece los principios básicos de la Doctrina Espírita y enseña qué somos, de dónde venimos, hacia dónde vamos y cuál es el objetivo de la existencia terrenal. EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO, también de Allan Kardec, debe formar parte de este estudio, pues ofrece un rumbo para el comportamiento compatible con las Leyes Morales que rigen la vida.
Ambos libros habrán de ser estudiados permanentemente, en forma secuencial, y una vez concluidos se deberá comenzar nuevamente. Ese es un estudio constante, en función de nuestra necesidad para asimilar, recordar y aplicar las enseñanzas e informaciones contenidas en ellos.
7- ORGANIZACIÓN DE LA SESIÓN DE ESTUDIO
7.1- La reunión se puede organizar de la siguiente manera:
a) Preparación: Lectura de una página evangélica a la luz del Espiritismo - (2´)
b) Oración inicial - (2´)
c) Estudio de EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS - (40´)
d) Estudio de EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO - (40´)
e) Oración final - (3´)
7.2 - Preparación del ambiente
La lectura de una página evangélica a la luz de la Doctrina Espírita, podrá ser hecha por alguno de los presentes, según lo que el director de la reunión indique. En ese momento se procederá sólo a la lectura, sin incluir comentarios.
7.3 - Oración Inicial
La oración inicial puede ser hecha por el director o por quien él indique, y debe ser concisa. Se recomienda pedir a Dios la protección del ambiente y la presencia de los Espíritus Buenos, que brinden paz e inspiración para el estudio, y además habrá de darse la bienvenida a los Espíritus amistosos presentes en la reunión.
7.4 - Estudio de El Libro de los Espíritus
Para el estudio de El Libro de los Espíritus se pueden aplicar varios métodos, siempre que sean productivos, interesantes y permitan la participación de todos los presentes. Se puede sugerir que cada persona lea y comente una pregunta. De este modo se da la oportunidad a todos para que participen y aclaren cualquier duda relacionada con el tema estudiado.
En alguna otra ocasión, uno de los participantes puede resumir un tema (siempre que sea designado por el director) y presentar algunas preguntas relacionadas con él, dejando tiempo suficiente para los comentarios de los demás participantes. En este caso, el participante deberá comprometerse con la tarea la semana anterior a la presentación del trabajo, para que todos tengan tiempo de estudiar el asunto.
Se recomienda que el estudio de El Libro de los Espíritus comience por la Introducción, y siga luego con la pregunta No. l, y así hasta el final. Una vez concluido el estudio del libro, el mismo debe comenzarse nuevamente, respetando la misma secuencia.
Siempre que sea posible, se sugiere utilizar programas sistematizados para el estudio de la Doctrina Espírita, a fin de que ese estudio se realice en forma metódica y motivadora. No obstante, es necesario cerciorarse de que el programa que se vaya a utilizar provenga de una fuente confiable y se base verdaderamente en la Codificación de Allan Kardec.
7.5 - El estudio de El Evangelio según el Espiritismo
Se sugiere para este libro el mismo método de estudio indicado para El Libro de los Espíritus. La persona designada para presentar el tema debe primero leer el texto y, a continuación, hacer los comentarios. También es posible hacer un breve comentario del tema, y luego dar lugar a que los otros participantes hagan lo mismo.
7.6 - La oración de cierre
El director de la reunión debe señalar a uno de los participantes para hacer la oración de cierre.
Dicha oración debe incluir vibraciones de amor, paz y fe para todos los que sufren: para los enfermos, los que tienen hambre, los que no tienen hogar, los huérfanos,  También es esencial que las oraciones se ofrezcan en favor de quienes buscan la luz como guía para sus vidas; y, por último, en favor de los hogares y las familias de los participantes de la reunión.
La oración debe concluir con un agradecimiento por la asistencia de los Espíritus Buenos, por la oportunidad del estudio y los momentos de fraternidad compartidos por los participantes durante el encuentro.
7.7 - Puntualidad y Disciplina
Se debe realizar el máximo esfuerzo para respetar el horario de la reunión. Disciplina y puntualidad para el principio y el final de la reunión, siempre atraen la presencia y la ayuda de los Espíritus Buenos.
7.8 - El comportamiento de los Participantes
Es importante observar el comportamiento de cada participante durante las reuniones. Sus actitudes no deberán demostrar mal humor o mala voluntad; tampoco deberá haber frivolidades o inquietudes. Por el contrario, su comportamiento debe ser confiado y sereno, para no atraer la influencia de Espíritus capaces de causar disturbios y desequilibrios entre los participantes.
Es responsabilidad del director de la reunión atender a los participantes, ofrecerles orientación siempre que sea necesario, y ayudarlos a superar todo desequilibrio espiritual que pueda afectarlos. Ofrecer, también, atención fraterna, por medio del diálogo.
Es esencial que el estudio sea interesante y provechoso. Esto generará alegría e interés en los miembros del grupo.
8 - AMPLIACIÓN DE LOS ESTUDIOS
A medida que se realizan las reuniones y los estudios se tornan cada vez más profundos, eventualmente es posible cambiar el libro utilizado; por ejemplo: estudiar El Libro de los Médiums en semanas alternadas, conjuntamente con El Libro de los Espíritus. También es aconsejable que no haya una constante renovación de los componentes del grupo, pues eso podría generar falta de continuidad en los estudios.
Después de un período de estudios con los mismos participantes, también es conveniente estudiar otras obras de Kardec, como El Cielo y el Infierno, La Génesis, etc., e inclusive los libros de León Denis, Gabriel Delanne y Camilo Flammarión.
Por las características didácticas y por la fidelidad a la Codificación, se sugiere también el estudio de los libros recibidos a través de la psicografía de Francisco Cándido Xavier, especialmente los de autoría de Emmanuel y André Luiz.
Es muy importante que los directores de las reuniones de estudio incentiven a los participantes para que lean las obras mencionadas. Sólo por medio del estudio de los libros recomendados, los participantes habrán de adquirir el conocimiento del Espiritismo.
9 - CON LA MIRADA EN EL FUTURO
El estudio constante, combinado con disciplina, puntualidad y asiduidad, como también el mantenimiento simultáneo de una atmósfera de fraternidad entre los participantes, habrá de atraer forzosamente más integrantes, los cuales se sentirán felices de participar en esas agradables reuniones.
Si se procede de este modo, siempre se atraerá a los Espíritus Buenos. Podrán ser reconocidos mediante la intuición o el consejo de Espíritus elevados que deseen ampliar ese trabajo. Cuando ello suceda, es aconsejable que el director y sus colaboradores comiencen a formar un equipo directivo, con el pensamiento orientado hacia la organización de un Centro Espírita.
En esa ocasión, el director y sus colaboradores habrán de requerir informaciones acerca de cómo organizar un Centro Espírita. Es importante recordar que en muchos países existe un procedimiento legal que se debe cumplir antes de formar un Centro Espírita.
Es sumamente importante tener presente que nadie debiera tener prisa por transformar el Grupo en un Centro Espírita. Ello debe suceder gradualmente, con la plena colaboración y concordancia de sus miembros. La armonía y la fraternidad de las reuniones iniciales no deben perderse. Si eso llegase a suceder, el trabajo de estudio deberá regresar a su forma original, mientras se aguarda el momento propicio para volver a iniciar la formación de un Centro Espírita.
También es fundamental que se tomen todas las precauciones necesarias para seguir las instrucciones de la Doctrina Espírita, tal como lo estableció Allan Kardec en la Codificación, y no desviarse de ellas, lo que equivaldría a desvirtuar el trabajo.
10 - ADMINISTRACIÓN
En todos los casos deberá haber una persona responsable de tales reuniones, sin importar el número de participantes. Entre quienes compartan los estudios, el director podrá encontrar personas dispuestas a colaborar, que posiblemente ya tengan habilidad para la tarea.
Los futuros trabajadores podrán ser preparados en niveles previos, como también en diversas iniciativas, tales como traducir mensajes y textos y, más adelante, traducir libros a su lengua nativa. Puede darse comienzo a un periódico informativo para distribuirlo entre amigos y, posteriormente, enviarlo a una zona más amplia. También es posible que dicho grupo de amigos forme una pequeña biblioteca con libros prestados o donados.
Podrá observarse, entre algunos de los participantes, una gran voluntad de ayudar, aunque no posean todavía los elementos necesarios para hacerlo. Precisamente en esos casos, se presenta una excelente oportunidad para ayudar a esas personas a desarrollar las cualidades que habrán de prestar ayuda a sus propias vidas. No olvidemos que la Doctrina Espírita ofrece una completa directriz de educación para la humanidad. Esa misma educación nos enseña hacia dónde nos dirigimos y también nos muestra cómo llegar, a través de actos de amor y caridad practicados entre unos y otros. Es así como la auténtica fraternidad comienza a crecer.
Finalmente, entendemos con claridad que sólo ese "Trabajo de Base" podrá ofrecer un ambiente ideal para la formación de un Centro Espírita. La única "Base" que aportará el éxito al futuro Centro es la BASE ESPIRITUAL, que proviene del estudio y la aplicación práctica de lo que se estudió. La base física sólo materializará lo que ya existe en términos espirituales. Por lo tanto, si esa base espiritual no existe, ¡no habrá nada para materializar!

"Directrices de Apoyo para las Actividades Espíritas"

Consejo Espírita Internacional (CEI - 2000). Constituido el CEI, el 28 de Noviembre de 1992 en Madrid (España)

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